domingo, 27 de octubre de 2013

El Bosque de los Suicidas (con Audiorrelato). Actualizada 08/11/13


¿Alguna vez has oído hablar del mar de los árboles? Dicen que nació de una montaña de fuego, que surgió del magma candente sanando la destrucción del lugar.

Cuentan las leyendas que es un bosque encantado de sinuosos senderos cambiantes, volubles e idénticos. Cuentan que tiene vida propia, que construye el camino que seguirán todos los que se adentran para asegurarse de que no volverán a respirar ni un mililitro de aire fuera de él.

También se dice que, si bien los árboles poseen unas formas comunes, las raíces se retuercen de tal forma bajo las hojas caídas que no es difícil caminar sobre ellas creyendo que estás dando paso firme cuando en realidad el suelo está tres metros más abajo. Los que caen en la trampa tienen suerte si sólo se rompen una pierna pues profundas fosas se abren en la oscuridad de la tierra. Lástima de aquéllos encerrados en esas jaulas de corteza, pues no conocerán otro hogar hasta que mueran.

Los antiguos libros relatan historias sobre niños y ancianos que amablemente recogía el bosque tras el abandono de sus familias, cobijándolos en su penumbra hasta que la última lágrima y el último grito se perdían uniéndose al silencio del lugar. Se cree que, aún hoy en día, de vez en cuando se vislumbran sombras, siluetas, aparentando pertenecer a alguno de los viejos fallecidos. Otras veces el viento trae el eco de los lloros lastimeros de los infantes, desorientados y hambrientos. Los más privilegiados, antes de dormir por última vez, podrían sentir las caricias de algún alma en pena.

Y tú, como muchos otros antes, has decidido comenzar este viaje sin retorno. En vano has atado una cinta aguamarina a uno de los troncos creando tu guía mientras empiezas el último paseo de tu vida. ¿Realmente crees que serás capaz de regresar por el camino marcado? Cuando la cinta se te acabe estarás exhausto pero querrás curiosear un poco más y escogerás uno de los infinitos senderos que se abran ante ti. Pronto te fallarán las fuerzas pero, nervioso, con un chute de adrenalina serás capaz de andar unos cientos de metros más. No tardarás en enloquecer y, por fin, dejarás que tu alma se una a las de los que anteriormente perecieron. ¿Quién sabe? Quizás, sin cuerpo, ella sí encuentre a quien has venido a buscar.

Y aún en caso de que decidas regresar... Recuerda, es un bosque maldito, ¿qué te hace pensar que tus guías marcarán el camino correcto?

Sigue andando, ya no hay vuelta atrás. ¿Qué es lo que te ha traído aquí? ¿Tu familia? ¿La sociedad? Ni siquiera eres capaz de recordar tu última sonrisa, ¿verdad? Sigue andando, haz el último nudo con tu cinta. Ahora siéntate, relájate y reflexiona. Sabes cuál será tu siguiente paso, has alzado la vista y ahí, frente a ti, están la rama y la raíz invitándote al último sueño de tu vida. El viento ya trae los ecos de los difuntos, te rodean y su presencia comienza a lamer tu cuerpo. Dos minutos más y todo estará hecho.


Dicen de mí que soy uno de los lugares más mortales del mundo. Mi nombre es Aokigahara Jukai, y soy el bosque de los suicidas.

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