Escúchame a mí, el Oráculo. Predigo tu poder, se escuchará tu voz. Clavarás rosas de sangre en vez de puñales de plata, liderarás batallas y tu grito partirá montañas, rasgará el viento y abrirá las aguas. No existirá nadie ignorante a tu causa.
Sé quien quieres ser, disfruta de tu esencia y enaltece tu persona. Sé orgulloso, egoísta y concédete caprichos. Sólo te estoy pidiendo una cosa:
Quiérete y ten fe en ti mismo.
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